Bueno, me concedo un breve paréntesis para informaros sobre la candidatura de la Torre de Hércules a ser Patrimonio de la Humanidad. Estas menciones no sirven para nada en sí, pero al menos dará más promoción a La Coruña y por lo tanto, turismo y entrada de capitales. Como coruñés eso me parece positivo. Es como cuando el Dépor gana algún título internacional o golea al Milán, pues lo mismo, es promoción para la ciudad y eso a los coruñeses, que somos bastante chulos y orgullosos, pues siempre nos cunde.
Os hablaré sin documentación un poco sobre la Torre de Hércules. Este faro se construye en el siglo II de nuestra era, por aquel entonces, La Coruña (Brigantia) era un puerto comercial (Portus Magnus Artabrorum) y tenía cierta relevancia a nivel regional. Se han encontrado diversos restos arqueológicos de una comunidad boyante, con villas, oficina de aduanas, cementerio y restos de un destacamento militar. Estrabón ya la menciona y es de destacar que a esta ciudad llegaron Julio César y Octavio Augusto. La Coruña siempre fue puerto de escala entre el norte de Europa y las Islas Británicas y el Mediterráneo.
En la última época del imperio, curiosamente, la ciudad vive un crecimiento debido al comercio con Bizancio. En la época sueva, es cuando empieza la decadencia. Para protegerse, la población se traslada a lo que actulmente conocemos como El Burgo, donde se funda precisamente eso, un "burgo" (hoy extrarradio de la ciudad). Sin embargo, en la ciudad original, queda un remanente de personas que continúan con cierta actividad pesquera y agraria. Cada vez que los vikingos venían a violar a muchachitas coruñesas, la población huía y se refugiaba en la torre. La ciudad pasó a denominarse Faro.
Pasaron los años y la torre, sin mantenimiento ni utilización perdió la escalera exterior que subía en espiral. De vez en cuando venía de visita un obispo o un señor feudal y se quedaba a dormir en la torre, pues era el único edificio de piedra y con techo. En el siglo XII todo el reino de Galicia vive una etapa de esplendor cultural, económico y político. En El Burgo, se construye una importante encomienda templaria (hoy se llama El Temple y puede que los secretos más misteriosos de la humanidad se encuenten por ahí), vienen estudiosos de todo el mundo y comienza la recuperación de la ciudad. Se construyen iglesias románicas, una muralla, y por fin en 1208, Alfonso le concede el Fuero de Benavente a La Coruña, construyen una muralla y vuelven a encender el faro.
En época de Carlos III, alguien decide remozar la torre, respetando la estructura romana y la proporción del volumen, se construye una pared exterior y se restaura el interior romano. Por fuera, las particulares estrías son un homenaje al lugar por donde subían las escaleras exteriores en la época romana.
Después del Mar Egeo, se limpio la torre y Paco Vázquez adecentó los exteriores. Se construyen en los últimos años un conjunto de menhires, se exponen petroglifos, un monumento a las víctimas fusiladas ahí durante la guerra civil y no muy lejos se encuentra el cementerio moro, constituyendo, Torre y alrededores, un conjunto muy interesante que merece mucho la pena visitar.
Os hablaré sin documentación un poco sobre la Torre de Hércules. Este faro se construye en el siglo II de nuestra era, por aquel entonces, La Coruña (Brigantia) era un puerto comercial (Portus Magnus Artabrorum) y tenía cierta relevancia a nivel regional. Se han encontrado diversos restos arqueológicos de una comunidad boyante, con villas, oficina de aduanas, cementerio y restos de un destacamento militar. Estrabón ya la menciona y es de destacar que a esta ciudad llegaron Julio César y Octavio Augusto. La Coruña siempre fue puerto de escala entre el norte de Europa y las Islas Británicas y el Mediterráneo.
En la última época del imperio, curiosamente, la ciudad vive un crecimiento debido al comercio con Bizancio. En la época sueva, es cuando empieza la decadencia. Para protegerse, la población se traslada a lo que actulmente conocemos como El Burgo, donde se funda precisamente eso, un "burgo" (hoy extrarradio de la ciudad). Sin embargo, en la ciudad original, queda un remanente de personas que continúan con cierta actividad pesquera y agraria. Cada vez que los vikingos venían a violar a muchachitas coruñesas, la población huía y se refugiaba en la torre. La ciudad pasó a denominarse Faro.
Pasaron los años y la torre, sin mantenimiento ni utilización perdió la escalera exterior que subía en espiral. De vez en cuando venía de visita un obispo o un señor feudal y se quedaba a dormir en la torre, pues era el único edificio de piedra y con techo. En el siglo XII todo el reino de Galicia vive una etapa de esplendor cultural, económico y político. En El Burgo, se construye una importante encomienda templaria (hoy se llama El Temple y puede que los secretos más misteriosos de la humanidad se encuenten por ahí), vienen estudiosos de todo el mundo y comienza la recuperación de la ciudad. Se construyen iglesias románicas, una muralla, y por fin en 1208, Alfonso le concede el Fuero de Benavente a La Coruña, construyen una muralla y vuelven a encender el faro.
En época de Carlos III, alguien decide remozar la torre, respetando la estructura romana y la proporción del volumen, se construye una pared exterior y se restaura el interior romano. Por fuera, las particulares estrías son un homenaje al lugar por donde subían las escaleras exteriores en la época romana.
Después del Mar Egeo, se limpio la torre y Paco Vázquez adecentó los exteriores. Se construyen en los últimos años un conjunto de menhires, se exponen petroglifos, un monumento a las víctimas fusiladas ahí durante la guerra civil y no muy lejos se encuentra el cementerio moro, constituyendo, Torre y alrededores, un conjunto muy interesante que merece mucho la pena visitar.
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